


Pero eso hace de ella una ciudad que invita a la investigación. La belleza de sus calles y el recuerdo de su historia no es algo tan evidente como en otros lugares. Requiere una mirada sensible, entrenada quizás, que localice los puntos álgidos del patrimonio que esconde entre los monstruos del desarrollismo.

El ayuntamiento recauda sus fondos de la recalificación de terrenos y de la subasta de suelo público al mejor postor. La ciudad sufre una plaga


Nos peatonalizan las calles al mismo tiempo que nos prohiben estar en ellas, con ese control desmedido contra el "botellón", y esas continuas redadas "anti-droga" que acosan a


Al margen de las calamidades que nuestros políticos realicen, yo seguiré disfrutando de los rincones escondidos de la ciudad, generalmente olvidados y muy poco valorados.
